Y aquí es donde un rayo de luz brilló en la oscuridad:

Los Guardias Suizos SE NEGARON A SALIR.

Gambetti OTRA VEZ exigió que se apagaran las luces y que la Basílica fuera despejada y cerrada hasta la mañana.

NUEVAMENTE, la Guardia Suiza se negó a abandonar el cadáver del Papa Benedicto - una humillación y profanación impensable de un cuerpo que ninguna morgue o funeraria JAMÁS permitiría a CUALQUIER PERSONA, y mucho menos a un Papa.

Gambetti, al ver que estos HOMBRES no iban a ceder, luego declararían airadamente que si querían quedarse, NO contaría para su tiempo «de servicio», que estarían «fuera del reloj». A los guardias suizos en servicio se les permitiría hacer vigilia durante la noche, solo a los guardias suizos que ya estaban fuera de servicio y, por lo tanto, apoyaron su tiempo privado como voluntarios, y se esperaba que trabajaran sus turnos regulares completos, independientemente de si habian estado despiertos todo el tiempo en vigilia nocturna. Y luego se fue enfadado.

Y así, me alegra el corazón diciendo que el cuerpo del Papa Benedicto nunca fue dejado solo mientras yacía en el Vaticano, que los Guardias Suizos hicieron guardias voluntarias durante toda la noche a su lado hasta que lo colocaron en su ataúd, y por lo tanto el Papa Benedicto El cuerpo nunca fue profanado por la exposición y el abandono, que era lo que el cardenal Gambetti pretendía que sucediera .

Por favor, oren por la Guardia Suiza, a quienes, lamentablemente, se les dio el ultimátum, al igual que a todos los empleados del Vaticano, de recibir la inyección o perder sus trabajos . Algunos guardias suizos se negaron y abandonaron el Vaticano, pero los que quedan hasta el día de hoy han sido inyectados varias veces.  

Nunca se apartaron de su lado. Que Dios los proteja y los recompense.