Por qué el momento cultural es un aspecto crucial de nuestro llamado como cristianos
«Vinieron a por los sindicalistas, y yo no era uno de ellos, así que guardé silencio. Vinieron a por los judíos, y yo no era uno de ellos, así que no dije nada. Vinieron a por los católicos, y yo era protestante, así que no abrí la boca. Luego vinieron a por mí, pero ya no quedaba nadie que me defendiera».Las publicaciones de blog breves y simples son la mejor manera de mantener informados a sus visitantes. Un párrafo introductorio emocionante y un contenido breve e informativo asegurarán que sus lectores sigan regresando.
Por qué el momento cultural es un aspecto crucial de nuestro llamado como cristianos
En su exitoso libro The Call (El llamado, La vocación), el crítico social y autor Os Guinness observa que una de las razones por las que los cristianos luchan por discernir y seguir la voluntad de Dios en sus vidas es que no han se han enfrentado cabalmente a la gravedad y los retos del presente momento cultural.
El hecho de que debemos contemplar los desafíos de este tiempo y lugar como un aspecto esencial y definitorio de nuestro llamado, en lugar de un contexto accidental en el que vivimos nuestro llamado, está implícito en toda la Escritura. Dios se nos revela como un Dios que se preocupa y actúa a través de tiempos y lugares concretos. Mientras tanto, está orquestando providencialmente un plan de redención y renovación de tamaño cósmico.
En ninguna parte de la Biblia queda esto más claro que en Hechos 17, que describe el sermón de Pablo a los filósofos estoicos y epicúreos en la colina de Marte. En él, dice que «Dios ha prefijado los tiempos en que vivimos y los límites de nuestra morada».
Si lo que dice Pablo es realmente el caso, el momento histórico en el que vivimos no es un accidente. A ello estamos llamados, especialmente los seguidores de Cristo. Por tanto, debemos procurar comprender el momento cultural y lo que significa vivir la verdadera historia en el tiempo y lugar al que hemos sido llamados.
Hace poco me reuní con Os Guinness en el BreakPoint Podcast para hablar exactamente de esta cuestión y aclarar los aspectos más importantes de nuestro momento cultural. He aquí una muestra de lo que Os dijo:
A Alexis De Tocqueville sucedió Lord James Bryce, inglés que vivió en torno a 1900. Alertó sobre lo que llamó «la mayor revolución de todas». Dijo: «Si consideramos Europa, siempre tiene algún tipo de tradición y cohesión social».
Dijo, en 1900, que «Estados Unidos no tiene tradición ni cohesión social. Estados Unidos es la civilización más libre y movible de la historia; nada lo mantiene unido, excepto una cosa: la religión». Dijo que «si llega el día en que Estados Unidos pierde la religión, entonces experimentaría la «revolución más profunda».
Dijo, en 1900, que «Estados Unidos no tiene tradición ni cohesión social. Estados Unidos es la civilización más libre y movible de la historia; nada lo mantiene unido, excepto una cosa: la religión». Dijo que «si llega el día en que Estados Unidos pierde la religión, entonces experimentaría la «revolución más profunda».
Dicho de otra manera, «uno de los elementos clave del discipulado es responder a los tiempos. Hay a quienes les gusta citar los hombres de David, hábiles para interpretar las señales de los tiempos. El Señor reprendió a su generación; podían reconocer el clima, el aspecto del cielo, pero no las señales de los tiempos. Creo que lo que falta en la iglesia estadounidense es una conciencia viva de la naturaleza de los tiempos en los que vivimos.
Por supuesto, hay que añadir ¿qué es el llamado? Bueno, la idea bíblica del liderazgo no es alguien encaramado en la cima. Es la persona que toma la iniciativa y asume la responsabilidad de la oportunidad o de la crisis que se le presenta.
Es decir, cada uno de nosotros somos responsables, en su propia esfera o vocación; algunos son maestros, otros médicos, otros trabajadores de factoría, otros políticos, personas que asumen la responsabilidad de afrontar oportunidades y crisis que surgen ante sus narices, en su nivel y en su esfera. Y eso es lo que tenemos que recuperar en la crisis actual.
Podemos hacernos eco de la famosa cita de Martin Niemoller: «Vinieron a por los sindicalistas, y yo no era uno de ellos, así que guardé silencio. Vinieron a por los judíos, y yo no era uno de ellos, así que no dije nada. Vinieron a por los católicos, y yo era protestante, así que no abrí la boca. Luego vinieron a por mí, pero ya no quedaba nadie que me defendiera».
Este es un tiempo en el que todos los estadounidenses, ciertamente todos los seguidores de Jesús, tienen que levantarse y declarar exactamente qué es lo que creen y defienden.
Este es mi amigo Os Guinness, y esta es una parte de nuestra conversación del BreakPoint Podcast. Os y yo continuaremos esta conversación durante un evento especial en la iglesia Redeemer Bible Church, en el área de Phoenix, el 14 de enero a las 7 p. m. Intentaremos responder a la pregunta: ¿Qué tipo de personas vamos a ser? La Iglesia y la cultura se hallan en una encrucijada.
John Stonestreet, traducido y adaptado por Antonio Pérez